Se coloca el teléfono móvil con su cámara activada en un soporte que establece una distancia determinada frente a una diana. Tras calibrar el móvil para hacerlo coincidir con la diana y que ésta aparezca en su pantalla, se “dispara” a la diana.
Con cada destello del láser, la aplicación del móvil captará el punto de impacto y lo reflejará en la imagen visible en el móvil donde almacenará las marcas de los sucesivos disparos.
Los lásers que precisa este montaje, están diponibles para los principales calibres como 9 mm, 38 SPL, 45 ACP y 233 Remington. Le falta, como es obvio, el efecto del retroceso del arma y la trayectoria real de la bala y su influencia en el resultado obtenido sobre la diana, pero aún así nos ha parecido un entrenador que puede muy bien servir para familiarizarse con la ergonomía del arma y sus miras.
Para entender mejor como funciona, enlazamos el vídeo.